Transcurre el año 1568, y los moriscos se esfuerzan en sobrevivir pese a los muchos obstáculos que les han impuesto los cristianos. Convertidos forzosamente al cristianismo, religión que desprecian y a la que siempre serán ajenos, terminan por sublevarse y estalla una revuelta cruel. Entre los que se han sublevado se destaca la figura del joven Hernando, de catorce años, rechazado por los demás debido a su triste origen: su madre Aisha lo concibió cuando fue violada por un sacerdote. Desde pequeño, Hernando –apodado despectivamente el nazareno- ha sido obligado por su padrastro a trabajar la tierra y ahora contempla cómo la guerra representa para él la oportunidad de ser reconocido por su valía de una vez por todas. En su camino, ganará confianzas y enemistades, y conocerá la gratitud de la mano de Fátima, una joven madre a cuyo hijo salva la vida. También ayuda a Isabel, una niña cristiana cautiva y a Don Alfonso, un noble castellano. Pero, sin proponérselo, Hernando también despertará la envidia de Brahim, su cruel padrastro, quien tramará la peor de las venganzas.
sábado, 15 de octubre de 2011
Lectura Recomendada- Irakurmen Gomendatua
Transcurre el año 1568, y los moriscos se esfuerzan en sobrevivir pese a los muchos obstáculos que les han impuesto los cristianos. Convertidos forzosamente al cristianismo, religión que desprecian y a la que siempre serán ajenos, terminan por sublevarse y estalla una revuelta cruel. Entre los que se han sublevado se destaca la figura del joven Hernando, de catorce años, rechazado por los demás debido a su triste origen: su madre Aisha lo concibió cuando fue violada por un sacerdote. Desde pequeño, Hernando –apodado despectivamente el nazareno- ha sido obligado por su padrastro a trabajar la tierra y ahora contempla cómo la guerra representa para él la oportunidad de ser reconocido por su valía de una vez por todas. En su camino, ganará confianzas y enemistades, y conocerá la gratitud de la mano de Fátima, una joven madre a cuyo hijo salva la vida. También ayuda a Isabel, una niña cristiana cautiva y a Don Alfonso, un noble castellano. Pero, sin proponérselo, Hernando también despertará la envidia de Brahim, su cruel padrastro, quien tramará la peor de las venganzas.
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